Los efectos del calor, del frío, la influencia del tabaco o el alcohol, los hábitos alimentarios y/o de la edad, entre otros, provocan la falta de brillo y firmeza en nuestro rostro. Por eso, es necesario cuidar la piel todo el año. Las cremas comerciales tienen un nivel de concentración de principios activos muy baja en comparación a las vitaminas inyectables. Por lo que este tratamiento es perfecto para mantener nuestra piel a raya.

El procedimiento es mínimamente invasivo e indoloro, en cada sesión, se inyectan múltiples gotas de ácido hialurónico debajo de la superficie de la piel, con esto a parte de aportarle la hidratación con el producto, también logramos reactivar el metabolismo biológico de los fibroblastos, haciendo que la piel recupere gran parte de su frescura.
Es un tratamiento de nutrición dérmica que trae como resultados una piel rejuvenecida, nutrida, luminosa y con las arrugas de expresión más atenuadas.

Se recomienda una sesión al mes durante tres meses consecutivos. Una vez finalizado este primer ciclo, se puede repetir una o dos veces al año para mantener la calidad de la piel obtenida. Para obtener mejores resultados, se puede combinar con otros tratamientos como peelings químicos, láser y/o dermapen.

Este tratamiento esta indicado en pacientes con la piel deshidratada y que han perdido luminosidad, en casos de fotoenvejecimiento, pérdida de elasticidad y firmeza, para mejorar cicatrices ocasionadas por el acné y también para suavizar líneas de expresión. El procedimiento se puede realizar en todo el rostro, alrededor de los ojos, cuello, escote y manos.