Con el paso del tiempo, los lóbulos de las orejas pierden volumen y turgencia por la falta de colágeno y elastina, limitando el uso de pendientes pesados por el riesgo de llegar a rasgarse o no lucir bonitos.

La pérdida de volumen del lóbulo y su deformación se resuelve con una simple inyección de ácido hialurónico. El ácido hialurónico es un componente que se encuentra de forma natural en nuestro organismo y que se va reabsorbiendo de forma paulatina. Con esta inyección de ácido hialurónico en el lóbulo de la oreja se consigue el rejuvenecimiento inmediato de la zona, ya que actúa como relleno y restaura el volumen que hemos perdido.

Se consigue una proyección inmediata e incluso las pequeñas arruguitas propias de un lóbulo envejecido desaparecen.

El procedimiento es sencillo, rápido, e indoloro ya que el mismo producto incorpora una parte de anestésico local que garantiza el confort del paciente.

Tras el tratamiento se puede apreciar inmediatamente como el lóbulo recupera su tersura y turgencia, a la vez que vuelve a su forma original y se muestra rejuvenecido y listo para lucir cualquier tipo de pendientes.